INFORME DE LECTURA - El Enfermero de los Secuestrados
- Nicolás Ante M.
- 12 may 2020
- 2 Min. de lectura
INFORME DE LECTURA DE EL ENFERMERO DE LOS SECUESTRADOS DE ALBERTO SALCEDO RÁMOS
En su totalidad trata del relato de William Pérez Medina, quien fue secuestrado por la guerrilla en 1998 y rescatado en 2008. En su totalidad la historia me atrapo demasiado. Mayormente el segundo capítulo “dolores y hazañas”. Esto, debido a que realice una metáfora con la crisis que actualmente estamos viviendo de la pandemia del COVID 19.
Fueron muchas las situaciones significativas que pasó William antes, durante y después del secuestro. La comida, ser esposado a uno de sus compañeros y compartir hasta las idas al baño, la desesperación del encierro, ser el enfermero de sus colegas e incluso de los secuestradores, ser conmemorado y finalmente regresar con su familia. Seré puntual con los temas que me llevaron a tomar una reflexión de la situación actual.
Cuando Alberto Salcedo hace su reflexión acerca del tiempo, fijándose en las manecillas del reloj cuando acompañaba a William en una de sus clases de Medicina, se me vino a la mente inmediatamente el encierro en el que vivimos.
“¿Qué son los minutos? Pasan sin que nos demos cuenta. Los ignoramos. Mientras estemos vivos y seamos libres… El hecho de saber que contamos con una puerta de salida abierta de par en par nos proporciona tranquilidad”.
Me hizo reflexionar en la tranquilidad que nos genera sentirnos libres. Sentimos el tiempo como algo que solo pasa desapercibido por nuestras vidas sin darnos cuenta. Y ahora, que vivimos en cuarentena ¿qué? Todo se nos hace eterno. Emociones como la ansiedad, la desesperación y la necesidad de ocupar nuestro tiempo se hacen más frecuentes.
“A quienes están secuestrados no los matan la suma final de los instantes, sino cada instante… Cada minuto se parece al siguiente…Da igual que sea sábado o miércoles. El tiempo de los cautivos es circular, repetitivo”.
Aunque sé claramente que no es la misma situación, se asemeja a la libertad que supuestamente nos han limitado. Nos sentimos secuestrados, estamos aislados unos con otros. Conectados mediáticamente pero visiblemente no es lo mismo.
Aristóteles decía que los seres humanos somos seres sociales, y por ende, necesitan de las relaciones interpersonales para alcanzar la felicidad. Ahora que nos han limitado, podemos pensar más a menudo la extrañez que generan las personas. Algunos no se sentirán aislados porque se encuentran en familia y con las personas que les importan. Los que se sienten realmente secuestrados son los que están lejos, pensemos en los que están fuera del país y no han podido regresar.
Otra acotación que traigo es el hecho de ocupar el tiempo cuando sientes que este mismo te agobia y se te hace eterno. William Pérez expuso muchas de las cosas que él junto a sus compañeros de secuestro hacían para desentenderse del tiempo.
“En medio de la crisis los rehenes se tornaban creativos y adquirían destrezas manuales”.
De esta manera veían el arte como un escape de la realidad. Metafóricamente nos vemos como esos rehenes buscando nuestro propio escape. Encontrando nuevas habilidades, nuevas ocupaciones, nuevas formas de desentendernos del tiempo. Con una luz de esperanza como la tenía William en su momento

Comments